Television convencional principios

Admin Mensajes : 191 Fecha de inscripción : 30/04/2013

Televisión convencional. Estándares

Con el término “televisión convencional” nos referimos a las transmisiones de contenidos audiovisuales mediante ondas terrestres y basadas en tecnología analógica. Esta televisión convencional nació en los años 30 y los estándares que se definieron en las primeras décadas de su historia han seguido utilizándose, aunque con modificaciones, hasta la actualidad.

Estándares de televisión

En Estados Unidos, tras experimentar con distintos sistemas de exploración de la imagen, se optó a principios de los años 40 por el sistema NTSC, de 525 líneas, que se ha mantenido hasta la actualidad con pequeñas modificaciones. Sin embargo, en Europa convivieron diferentes sistemas: Inglaterra desarrolló un sistema de 405 líneas, Francia adoptó otro de 441 líneas, y un tercer sistema de 625 líneas fue adoptado en Alemania y en el resto de países europeos. En lo referente a la relación de aspecto (relación entre el ancho y el alto de la imagen), se estableció en 4:3 para todos los casos. La primera gran revolución en la historia de la televisión se produce en los años 50, con la introducción del color en el sistema estadounidense NTSC. Más de una década después aparece el sistema de color PAL adoptado por la mayoría de países europeos. Como excepción, Francia diseñó su propio sistema de codificación de color conocido como SECAM. Las incompatibilidades entre los diversos sistemas de imagen que convivían en Europa terminaron en los años 80, cuando Francia e Inglaterra adoptaron el sistema de 625 líneas. No obstante, en lo referente a la codificación del color, siguen conviviendo los sistemas PAL y SECAM.

Principios de funcionamiento

Una imagen de televisión está compuesta por una sucesión de puntos a cada uno de los cuales le corresponde un valor de corriente eléctrica, proporcional al brillo si se trata de una emisión en blanco y negro, o de tres valores distintos si se trata de una imagen a color. Para formar la imagen completa se comienza por el punto situado en la esquina superior izquierda de la pantalla y avanzando hacia la derecha y hacia abajo. Cuando termina de formarse una imagen se pasa a la siguiente, y así sucesivamente. Sin embargo, en lugar de transmitir las líneas en orden consecutivo, se utiliza la técnica del entrelazado con el fin de evitar la sensación de parpadeo entre la proyección de una imagen y la siguiente. Esta técnica consiste en dividir la imagen en dos partes o campos. En concreto, para un estándar de 625 líneas, se utilizan dos campos de imagen de 312,5 líneas cada uno. El primero de los campos está formado por las líneas desde la 1 a las 312, más la primera mitad de la línea número 313. El segundo campo comienza por tanto con la segunda mitad de la línea 313 y termina al final de la línea 625. La imagen comienza a formarse por la línea 1, seguida de la línea 314, y así sucesivamente. Las líneas de cada uno de los campos se transmiten entrelazadas, tal y como se pone de manifiesto en la siguiente figura.

Television convencional principios Entrelazado

En los estándares europeos se trabaja con una frecuencia de transmisión 25 imágenes por segundo que, utilizando la técnica del entrelazado, se traduce en una frecuencia de de campo de 50 Hz.

Transmisión de la señal de televisión

Los sistemas de televisión convencional se basan en redes de difusión, siguiendo el esquema de transmisión punto a multipunto, esto es, desde una cabecera de emisión se difunde la misma señal a todos los receptores que se encuentren dentro del área de cobertura. Como medio de transmisión se utilizan las ondas terrestres. En concreto, las emisiones de televisión convencional utilizan las bandas VHF (30 – 300 MHz) y UHF (300 – 3000 MHz) del espectro radioeléctrico. Cada programa de televisión analógica requiere un ancho de banda de unos 5 MHz. Además, en la televisión convencional se transmite únicamente en sentido descendente, o lo que es lo mismo, desde el centro emisor hacia los receptores de televisión. Al no existir ningún canal de comunicación ascendente (del usuario al centro emisor), los sistemas de televisión convencional no soportan servicios interactivos.